no me gusta barrerlas y no entiendo
el por qué.
Será porque el viento.
Porque se arremolinan todas
allí, junto a la reja
frente a mi casa
ostentando libertad.
Será porque ya es hora
y la hora es tiempo
y el tiempo - también- cambia los colores.
No sé por qué será
pero mi vereda
está queriendo otoño.
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